martes, 11 de septiembre de 2012

Rompiendo el cerco imaginario

Todos dibujamos ciertas películas en nuestra cabeza: cómo debería ser nuestra alma gemela, cuán espiritual debería comportarse una persona, cuál debería ser mi empleo. Pero a veces esas películas pueden volverse tan arraigadas en nuestra conciencia que nos cerramos a mayores posibilidades que quizás nunca antes hemos considerado.

Algunas veces debemos romper el caparazón y estar abiertos al nuevo camino delante de nosotros el cual nos guiará a una mayor realización.

 Fuente:  Yehuda Berg

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